Una granada de aturdimiento explotó en un salón de clases del colegio La Nueva Estancia en Ciudad Bolívar, al sur de la capital. Uno de los estudiantes encontró el artefacto cerca de un lugar donde el día anterior se habían presentado disturbios en una diligencia de desalojo en el que se enfrentaron varios ciudadanos contra el Escuadrón Antimotines de la Policía.
El joven de grado 11 llevó la granada a su institución educativa y la estaba manipulando cuando esta se detonó. Él y otros compañeros fueron trasladados al Hospital de Meissen. Allí, las autoridades informaron que uno de los jóvenes perdió los dedos índice y pulgar de una de sus manos, mientras que otros dos compañeros presentaron quemaduras en las manos y la espalda.
Este tipo de casos en los que quedan remanentes explosivos y elementos peligrosos después de enfrentamientos en los que se usan armas son muy comunes en muchas áreas rurales del país. Sin embargo, se ven muy pocos casos en las grandes capitales. La Campaña Colombiana Contra Minas hace un llamado para que las autoridades tengan un control más estricto con las armas que utilizan de modo que estas no representen un peligro para la ciudadanía. Ver noticia.