Los Estados reunidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York aprobaron este 2 de abril el Tratado sobre el Comercio de Armas el cuál impide que los países signatarios envíen armas convencionales a países donde se sabe que estas serían usadas para cometer crímenes contra los derechos humanos.
Los resultados del escrutinio fueron contundentes: 154 Estados votaron a favor de la iniciativa; 23 se abstuvieron y 3 votaron en contra. Dentro de los países que se abstuvieron están Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela que aseguraron que el tratado no es equilibrado y podría ser “manipulado políticamente” Los tres Estados que votaron en contra fueron Siria, Corea del Norte e Irán.
Este tratado brinda una nueva y muy importante herramienta en el derecho internacional para establecer reglas y controlar la transferencia de municiones y armamentos que podrían destinarse para abusos de derechos humanos, terrorismo, crimen organizado trasnacional y violaciones al DIH.
Este es el resultado de una campaña de muchos años de varios sectores de la sociedad civil y de un fuerte trabajo de cabildeo con los gobiernos.