Desde que el pasado 29 de mayo, los negociadores de paz del Gobierno y de las FARC confirmaron desde La Habana que la vereda El Orejón (municipio de Briceño, Antioquia) iba a ser el primero de tres puntos en los que se llevará a cabo el plan piloto de desminado, Bernardo Peláez, Don Bernardo como lo conocen a este líder veredal, tiene claro lo que se viene: “Empieza el alivio”.
“Estamos agradecidos con el Gobierno y con las FARC, que han tenido el valor y la esperanza de reunirse en Cuba para tomar esta decisión (…). Lo recibimos con sorpresa, pero con mucha alegría porque nos va a quedar la vereda libre de minas y, a la vez, este se convertirá en un lugar candidato a ser laboratorio de paz”, expresó Peláez, en una entrevista telefónica con la Campaña Colombiana Contra Minas (CCCM).
“¿Sabe para qué nos servirá todo esto? Para volver a acariciar la tierra. Creemos que con este desminado que comienza acá va a lograrse una experiencia maravillosa para que la vereda sea un lugar de esperanza y prosperidad y para nosotros eso es valiosísimo”, agregó.
Cercana a la Hidroeléctrica de Ituango (HidroItuango), uno de los proyectos hidroeléctricos más importantes de Colombia todavía en construcción, la vereda de El Orejón es un lugar estratégico para el paso y control de los grupos armados.
Don Bernardo todavía recuerda cómo empezaron a sembrarse “poquitas” minas en los años 2001 y 2002 en la cordillera que abraza la vereda, una práctica que se intensificó en los últimos tres años, poco después del inicio de la construcción de la hidroeléctrica, como una forma de resistencia contra el proyecto.
“Hemos tenido experiencias dolorosas. Un buen número de animales se han visto afectados por las minas” en una comunidad esencialmente agrícola, donde el campo es la matriz vertebradora de su economía, explica Don Bernardo.
“Acá tenemos que ser muy precavidos al movernos por los caminos. Solamente por el camino principal podemos andar y hemos de ir con cuidado de meternos por atajos o desechos”, asevera.
Pero como en toda lucha, pese a la limitación nace la necesidad de avanzar y adaptarse a la realidad existente. Don Bernardo recuerda bien ese 19 de febrero de 2013, cuando iniciaron en la vereda los talleres de Educación en el Riesgo de Minas (ERM), impartidos por la Corporación Paz y Democracia, Unicef y la CCCM.
Estas actividades, que implican a toda la comunidad, pero en especial a maestros y funcionarios públicos, buscan reducir el impacto de las minas en la cotidianidad de las comunidades, mediante talleres en los que se difunden mensajes claros de actuación ante estos artefactos.
“Nos sirvió demasiado”, manifestó este agricultor cafetero, quien aseguró que desde entonces no se han vuelto a presentar accidentes con personas.
Tras más de 50 años de conflicto armado interno, el Ejército y las FARC desarrollarán en esta pequeña vereda de poco más de 70 habitantes la primera acción conjunta. El pasado 7 de marzo las delegaciones de paz de ambas partes se comprometieron a desarrollar un plan piloto de desminado en tres puntos de los departamentos de Antioquia y Meta.
Esto supuso un importante avance en el marco del proceso de paz que desde noviembre de 2012 se adelanta en La Habana, ya que es el primer acuerdo alcanzado entre las partes que se implementará antes del fin de las negociaciones; algo inesperado de acuerdo con las reglas que el presidente del país, Juan Manuel Santos, había anunciado inicialmente, según las cuales “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
Además, su anuncio se consideró un paso adelante en la construcción de confianza frente al proceso, ya que supone la primera acción, fruto de las negociaciones, que repercutirá de forma directa en las comunidades.
A la espera de conocer los otros dos puntos, El Orejón es considerado uno de los 57 lugares prioritarios para el desminado humanitario en Colombia. La ubicación de estos puntos fue presentada por los delegados de las víctimas que viajaron a la mesa de negociaciones el año pasado.
Después de una primera fase de aproximación sobre el terreno, en la que un grupo de gestión, conformado por delegados del Gobierno, miembros representantes de las FARC-EP, técnicos de la organización Ayuda Popular Noruega (APN) con el acompañamiento de Cuba y Noruega, países garantes; y del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), viajó hasta la zona; se llevó a cabo la fase conocida como Estudio No Técnico.
En ella, se identificaron 4 áreas contaminadas, que suman aproximadamente 12.000 metros cuadrados, cuyo despeje se espera que inicie en los próximos días. La descontaminación de estas zonas permitirá restablecer el derecho de la comunidad a la libre movilidad, al acceso a las vías terrestres y al uso productivo de la tierra.
Ante este escenario que se avecina, Don Bernardo tiene claro el futuro que quiere para El Orejón: “una vereda en donde las personas podamos trabajar con entusiasmo, con fe en el futuro y sin riesgo de caer en esos artefactos tan peligrosos que son las minas, abrigamos la esperanza de que no sea sólo nuestra vereda, sino todo el país, y que algún día podamos vivir en esta nación en paz y prosperidad permanente”.
Para más información vea: “Inicio del plan piloto de desminado es una realidad en la vereda El Orejón (Antioquia)”