Sólo el fin de la guerra permitirá a Colombia librarse de las minas antipersonal, de los remanentes explosivos de guerra y de las demás secuelas que hemos vivido por 50 años entre el dolor, el atraso y la miseria en que se debaten millones de nacionales, hemos manifestado desde la Campaña Colombiana Contra Minas en diferentes oportunidades.
Hoy ante las conversaciones iniciadas por el Gobierno Nacional y las FARC llamamos al respaldo ciudadano de las mismas y a que se llenen de contenido ágil y efectivo.
Entre 1990 y esta fecha, los registros gubernamentales reportan una cifra de cerca de 10.000 colombianos y colombianas mutilados o muertos productos de las minas, nosotros estimamos en cerca de 300.000 los colombianos que han sido víctimas por el uso de esta arma y por los accidentes generados con las municiones abandonadas sin explotar en los diferentes territorios del país. 300.000 Colombianos y Colombianas entre los más débiles económicamente en nuestra sociedad, 300.000 de quienes viven más distantes de los centros urbanos y por ende aislados de las posibilidades de atención de la emergencia, de la rehabilitación física social sicológica y productiva.
El fin de la guerra entre las FARC y el Gobierno nacional permitirá que se pueda avanzar significativamente en la limpieza de territorios de este tipo de arma, en el aseguramiento de la vida y el desarrollo para los pobladores rurales del país.
Al tiempo que felicitamos este esfuerzo del Gobierno y de las FARC, convocamos al ELN , actor armado no estatal que se reconoce usuario de esta arma, para que se sume a la iniciativa mencionada, coadyuvando en la superación del conflicto armado, de la amenaza de este tipo de arma y al propósito de construir un país libre de minas antipersonal y libre de la violencia fratricida.
Álvaro Jiménez Millán Coordinador Nacional Campaña Colombiana Contra Minas.