Cuatro personas desmovilizadas están ayudando a fortalecer el proyecto de seguridad alimentaria en la granja autosostenible para la rehabilitación de víctimas de minas antipersonal y munición sin explotar. Estas personas quienes eran combatientes en el conflicto armado interno iniciaron labores de servicio social en la granja con el fin de resarcir los daños que generaron mientras hacían parte de actores armados no estatales.
Ellos trabajan tanto en la huerta como en el vivero y además ayudan al mantenimiento del sendero peatonal que lleva a la granja, como parte de sus 80 horas de servicio comunitario. Los desmovilizados comparten con los sobrevivientes de minas quienes los orientan en la realización de cultivos y les preparan el desayuno, el almuerzo y los refrescos para la jornada. Según declaran los desmovilizados, nunca se imaginaron apoyando un proyecto de víctimas de minas, pero lo están haciendo con todo el entusiasmo y la energía.
Este acuerdo fue hecho gracias al convenio entre la La Alta Consejería para la Reinserción – ACR – y la Campaña Colombiana Contra Minas a través de Guillermo Gil, coordinador departamental de Santander.